(Ciencias de Joseleg) (Biología) (Teoría
de la Biología) (Genética clásica) (Ejercicios
resueltos) (1-Introducción)
(2-Genética
premendeliana) (3-Gregor
Mendel) (4-Probabilidad
y estadística) (5-Diseño
experimental mendeliano) (6-Resultados
del cruce monohíbrido) (7-Ley
de la segregación independiente) (8-El
cuadro de Punnett) (9-Como
resolver el cruce monohíbrido) (10-Comparando
experimento vs teoría) (11-Ley
de la distribución independiente) (12-Resolviendo
dihíbridos y trihíbridos) (13-Los
microscopistas) (14-Los
mendelianos 1) (15-Los
mendelianos 2) (16-Teoría
cromosómica de la gerencia) (17-El
señor de las moscas) (18-Mendelismo
no mendeliano) (19-Polimorfismo
genético) (20-Dominancia
incompleta) (21-Codominancia)
(22-Letalidad
genética) (23-Ligamiento
al sexo) (24-Las
epistasis) (25-Penetrancia,
expresividad y pleiotropía) (24-Análisis
de pedigrí) (ref-Referencias
bibliográficas)
Antes de hablar de Gregor Mendel vale la pena mencionar
algunas generalidades sobre las tendencias de las ciencias de la naturaleza en
el siglo XIX, las cuales estaban enmarcadas en el éxito del programa de
investigación newtoniano basado en el reduccionismo y la matematización de la
naturaleza.
Figura 3‑1. Gregor Johann Mendel
(Heinzendorf, Imperio austriaco, actual Hynčice, distrito Nový Jičín, República
Checa; 20 de julio de 18221-Brno, Imperio austrohúngaro; 6 de enero de 1884)
fue un monje agustino católico y naturalista. Formuló, por medio de los
trabajos que llevó a cabo con diferentes variedades del guisante o arveja (Pisum
sativum), las hoy llamadas leyes de Mendel que dieron origen a la herencia
genética.
La fisicalización de las ciencias
En el siglo XIX una
gran cantidad de académicos tenían un objetivo en mente, transformar sus campos
de estudio de forma tal que se parecieran lo más posible a la gran ciencia del
momento, la física, todo lo demás sería un arte de coleccionistas, ideología
que se mantendría hasta bien entrado el siglo XX –cita de Erns Rutheford cuando
le dieron el nobel de Química (Cahoone, 2013). Uno de los métodos de la física de la época era
el reduccionismo, encontrar un modelo teórico simple, elegante y hermoso
“pero irreal” que relacionara de forma matemática dos variables simples de un
sistema complejo. El modelo teórico debería representarse por medio de una fórmula
matemática sencilla a la cual se la llamaría ley natural.
La matematización de la biología
Para fisicalizar una ciencia era necesario matematizarla,
desarrollar alguna forma para transformar los fenómenos que se trabajaban en el
laboratorio o en el campo en números. Los números serian luego susceptibles de
ser transformados en fórmulas matemáticas que los englobarían, o a la inversa,
los principios naturales deberían ser idealizados en un modelo con fórmulas
matemáticas que luego serían medidas en experimentos. No todos los científicos
NO-físicos estaban de acuerdo con esta noción, ya fuera porque al igual que
ahora odiaban las matemáticas, y por ende se habían dedicado a estudiar
cualquier cosa que no fura “matemática o física” pero que tuviera que ver con
las ciencias de la naturaleza; o por fundamentos filosóficos mucho más
profundos.
En la química, por ejemplo, se creó una gran resistencia a
aplicar métodos matemáticos, y gran parte de su comunidad siguió trabajando en
términos cualitativos. En la biología sucedió algo similar, los que querían
emplear matemáticas y asemejar la biología a la física, y los que abogaban por
emplear principios independientes a los de la física que fueron agrupados bajo
el título de vitalistas (Benton, 1974).
En cualquier caso, una cosa es segura, el trabajo de Mendel es evidentemente fiscalista ya que es uno de los primeros que aplica un cuerpo matemático robusto en un fenómeno biológico dado. De hecho se puede afirmar que la brillantes de su trabajo radica más en la matematización de la herencia (Teicher, 2014) que en el hecho de señalar que habían rasgos que no se mezclaban, cuestión que ya era conocida en su tiempo por otros naturalistas como Darwin, Wallace (Williams, 2005) y probablemente otros miembros de la Royal Society de Londres.
Figura 3‑2. Franz Joseph Unger,
fue un médico, botánico, paleontólogo, y especialista en fisiología vegetal
austríaco.
Preparación académica de Gregor Mendel
Gregor Mendel “1822-1884” era un moje que nació en el
Imperio de Austra-Hungría. Al igual que muchos de los que leemos esto, Mendel
no era rico, sus padres eran humildes campesinos, por lo que Mendel no podía
aspirar a una vida aislada de la lucha por la subsistencia para estudiar la
naturaleza a menos que… se dedicara al sacerdocio. En 1850 falló un examen para
obtener una certificación para poder enseñar ciencias naturales, y, de hecho,
sus calificaciones más bajas fueron en biología (Henig, 2001). A pesar de ello,
el llevó a cabo estudios de matemáticas, física-química y varios aspectos de la
biología en la universidad de Viena entre “1851-1853” gracias al auspicio de la
iglesia Católica (Henig, 2001). También estudió química y biología. En este
último ramo se aproximó a la botánica de la mano de una de las más grandes
autoridades en este ramo en la época, Franz Joseph Unger "1800-1870"
un fisiólogo vegetal que llevaba varios años trabajando en la obtención de
nuevas variedades de plantas mediante la fertilización artificial (Henig, 2001). A
parte de sus deberes monásticos, Mendel también fue profesor de básica
secundaria en colegios locales y es recordado por ser un profesor amable
(Henig, 2001).
Una abadía o un centro de investigación
Mendel realizó su trabajo en la abadía de Santo Tomas de Brno, una elección peculiar para quien piensa que los sacerdotes solo hacen oraciones y cosas religiosas. La Abadia de San Tomás de Brno era un sitio peculiar.
Figura 3‑3. La Abadía de San
Tomás de Brno. es un monasterio de los agustinos (OSA.), situado en Brno, en la
República Checa. Fue el hogar del genetista y abad Gregor Mendel, que entre
1856 y 1863 llevó a cabo, en las huertas de la abadía, sus famosos experimentos
con guisantes que le llevaron a proponer lo que después se conocieron como
leyes de la herencia de Mendel. Es la única abadía agustiniana en el mundo.
Alberga un museo dedicado a Mendel.2 La iglesia está dedicada a la Asunción de
la Virgen María.
Gracias a una larguísima carta a la Asamblea Imperial de
Austria solicitando la extensión de los derechos civiles al interior de las
órdenes monásticas y solicitando para la comunidad de Brno el permiso para
dedicarse exclusivamente a la docencia y a la investigación científica,
solicitud que les fue concedida (Henig, 2001). El monasterio adquirió los
recursos necesarios para transformarse en un verdadero centro de investigación.
La carta fue escrita por varios monjes dentro de los cuales figuraba el propio
Mendel (Henig, 2001).
El laboratorio de Mendel
Esto ocurrió poco después de 1848 cuando e nuevo emperador
de Austria llamado Francisco José I tomó el trono. El monasterio contaba
ya antes del ingreso de Mendel con un pequeño observatorio astronómico, una
biblioteca bastante buena y con un vivero dedicado a la investigación botánica
(Henig, 2001). En otras palabras, a diferencia de la imagen romántica general,
Mendel no era una excepción en un jardín, el ingresó a una comunidad académica
y prosiguió con un programa de investigación que le precedía (Henig, 2001).
Mendel fue olvidado
Mendel publicó en alemán, el idioma nacional del imperio de
Austrai-Hugría sus resultados bajo el título “Versuche über Pflanzenhybriden”
o Experimentos sobre hibridación de las plantas (Mendel, 1866) en dos simposios de la
Sociedad de Historia Natural de Brno, sin embargo la interpretación de sus
resultados por parte de sus pares se enfocó más en la cuestión de hibridación,
y no llamó mucho la atención por 34 años (Moore, 2001). Los historiadores de
la ciencia aun debaten sobre esto y han formulado una serie de hipótesis:
👉 la comunidad científica
de biólogos no estaba preparada para matematizar su ciencia
👉 que
simplemente tenía malas relaciones con los posibles contactos de entrada a las comunidades
científicas de la época
👉 tuvo
que esperar a que la comunidad científica documentara la mitosis, meiosis y
cromosomas para poder aceptar los factores hereditarios mendelianos como
material físico y no un simple artefacto matemático pitagórico “en otras
palabras, una fumada mental”
👉 que su
trabajo fue reinterpretado de formas que el propio Mendel no tuvo en mente por
autores de eras posteriores.
Lo cierto es que después de publicar sus resultados pocas
referencias hay de el en la literatura científica por más de tres décadas. Adicionalmente,
el sucesor de Mendel en la abadía ordenó la destrucción de sus archivos. Sin
embargo, entre los pocos documentos y libros que lograron sobrevivir se
encuentra un ejemplar del Origen de las Especies y de otros libros
de Darwin, en los que hay una gran cantidad de anotaciones manuscritas (Henig, 2001).
Gracias al testimonio de uno de sus amigos, sabemos que Mendel “estaba muy
interesado en las ideas evolutivas, y ciertamente no era un adversario de
la teoría evolutiva —aunque afirmaba que algo seguía faltando” (Henig, 2001).
Durante los 34 años de olvido, los científicos prosiguieron
sus investigaciones descriptivas, piezas del rompecabezas como las
descripciones de la mitosis “1882” y meiosis “1876” fueron fundamentales para
una facilitación de la reinterpretación del trabajo de Gregor Mendel, en tal
marco conceptual, los descubrimientos cuantitativos de Mendel adquirieron un
sentido biológico completo. El trabajo de Mendel fue redescubierto independientemente
por tres genetistas. Hugo De Vries "1848-1835", redescubrió las leyes
de la herencia por si solo en la década de 1890 pero durante el desarrollo
final de su artículo encontró el articulo original de Mendel, por lo que
modifico la terminología para que concordara. Sin embargo, en 1900 al publicar
originalmente su ensayo omitió ese pequeño detalle, aunque después de críticas
por parte de Carl Correns "1864-1833", la preeminencia del
descubrimiento fue adjudicada a Mendel.
El mito de Mendel
El contexto histórico inmediato a Mendel es el de la
historia natural y el conflicto del fisicalismo y el vitalismo. Mucho de la
biología en el siglo XIX era realizado en términos de historia natural,
observación de la naturaleza, observación de estructuras, coleccionismo y
clasificación de especímenes, en ultimas lo que el físico Ernest Rutherford
"1871-1937" llamaba con un tono algo despectivo, un arte de
coleccionistas. En el siglo XIX también se enfrentan continuamente la postura
vitalista “teleológica y basada en fuerzas metafísicas como el principio vital,
la entelequia y porque no, la mano divina” en contra de los fisicalistas que
veían como causas de las cosas a sus componentes últimos, en otras palabras a
sus genes y átomos (Cahoone, 2013). Para el siglo XX en sus inicios, las hipótesis
atómicas comenzaban a ganar fuerza (Van Melsen, 2004). De las tres grandes ramas de las ciencias de la
naturaleza la física comenzó a adquirir un nuevo prestigio del cual no gozaba
desde los tiempos en que el trabajo de Newton "1643-1727"" fue
valorado. De hecho, muchos de los trabajos más importantes en física provienen
de las décadas de 1890 a 1910. Un ejemplo es el trabajo que le valió a Albert
Einstein "1879-1955" su premio Nobel, el cual fue publicado en 1904 (Einstein, 1905)
La física adquirió un enorme impulso, así como la postura
fisicalista de causas internas o genéticas, en oposición a fuerzas externas. En
biología esta postura fue reforzada cuando Weismann "1834-1914"
propuso su famosa teoría de línea germinal y línea somática con sus famosos
experimentos de la cola de los ratones (Kutschera & Niklas, 2004). La meiosis fue descrita entre "1876-1883" y en la década de
1900 a 1910 fue conectada por los principios hereditarios o leyes de
segregación y distribución independiente por
Walter Sutton (McKusick, 1960). Para la primera década del siglo XX las
nociones vitalistas habían sido abandonadas por gran parte de la comunidad de
biólogos, y de esta forma estaban preparados para abrazar una teórica de causas
internas, de causas genéticas para la forma y función de los seres vivos.
Al igual que los países, las comunidades científicas gozan
con elevar a ciertos individuos por sobre sus comunidades, convirtiéndolos en
paladines de la razón, en héroes de la ciencia. Gregor Mendel (1822-1884) solo
puede ser opacado por Charles Darwin al interior de la escala de héroes de la
biología en la segunda mitad del siglo XIX.A él se le atribuye ser el Padre de
la Genética y generalmente se lo ilustra como un individuo aislado en, un
jardín, resaltando poco su labor monacal y su vida algo frustrante. En
cualquier caso. su trabajo se ha convertido en la base de lo que actualmente
denominamos genética clásica o genética mendeliana, aunque en esta serie de
escritos no las tratamos como sinónimos. La genética mendeliana está
relacionada con el trabajo de Mendel hasta el dihibrido en el pódelo biológico
de Pisum sativum, mientras que la genética clásica o escolarizada inicia
con el “redescubrimiento de Mendel” en el cambio de siglo.
En consecuencia, Mendel junto con Darwin es incluido en
todos los cursos de introducción a la biología. Sin embargo, es esta breve
serie de artículos veremos como mucho de lo que hoy llamamos genética
mendeliana, fue desarrollada especialmente por dos autores que se disputaban la
prioridad histórica, Carl Correns y Hugo de Vries.
Características del artículo de Mendel
Pocas veces me he sentado a pensar detalladamente en el modo
en que aprendemos, leemos y enseñamos a Mendel, ya sea en el contexto de la
ciencia del bachillerato o de la universidad. Tal vez la excusa de siempre con
respecto a las limitaciones de tiempo o al peso de la tradición. Sin embargo si
el trabajo de la ciencia es indagar para dar luz sobre los mitos, es bueno
realizar ese mismo ejercicio sobre los mitos propios de la labor científica (S. J. Gould, 1982). Tal vez el primer autor de divulgación
científica adepto estos ejercicios fue Stiphen J. Gould, y de sus lecturas
aprendí algo muy significativo.
Que el hecho de develar el mito no mina los fundamentos
teóricos, epistemológicos o empíricos sobre los que se fundamenta una ciencia,
por el contrario, la hace más sólida; la ciencia es una labor humana y como tal
está influida por sesgos, costumbres y límites de los instrumentos que
empleamos para trabajar. En esta serie de artículos procederé a realizar una
traducción y comentarios de autores que han indagado sobre el mito de Mendel y
el mendelismo. Esto con el objeto de comprender mejor como se desarrolló la
genética postmendeliana en la primera década del siglo XX.
Mendel trabajaba sobre especiación, no sobre herencia
Como se mencionó anteriormente, Mendel estaba interesado en
la teoría de la evolución, aunque afirmaba que algo seguía faltando.
Probablemente lo que faltaba era el problema que siempre tuvo Darwin con su
teoría y era precisamente el condenado “origen de las especies”, si ya se, ese
es el nombre de libro, pero paradójicamente ese problema es evadido de forma
monumental en toda su obra. El trabajo de Darwin y Wallace no es acerca del
origen sino de la selección de variedades que se diferencia entre sí, dejando el
problema del verdadero origen de las especies muy abierto a discusión. De esta
forma es posible reconciliar todo el proyecto de investigación mendeliano.
Según Moore (2001)
el artículo original de Mendel trataba sobre el proceso de especiación, y de
hecho no incluía palabras traducibles por herencia. Por el contrario, Mendel
intentaba descubrir las leyes que gobiernan la formación y desarrollo de
híbridos. De hecho las discusiones que prosiguieron a la exposición de los
resultados experimentales de Mendel a la Sociedad de Ciencias Naturales de
Brunn en 1865 fueron a cerca del problema de la hibridación y no de la herencia
(Monaghan & Corcos, 1990). Otro aspecto paradójico es
que Mendel tampoco menciona el radio 9:3:3:1 de la F2 del cruce dihíbrido con
la que generalmente se describe la así llamada Ley de Distribución
Independiente “independent assortment”. De cierta forma podemos señalar
que Mendel no fue mendeliano (Olby, 1979)
Mendel nunca habló de 9:3:3:1
De Mendel no nos llegan sus palabras o modos de
representación, aunque su artículo de 1865 es extremadamente famoso y algo
largo “45 páginas” (Mendel, 1866, 1996) aparentemente es muy poco leído a la hora de
escribir libros de texto. De hecho, lo que aprendemos de Mendel es en realidad
el mendelismo creado a partir de los descubrimientos a principios de siglo XX y
su interpretación en el trabajo de Mendel de lo que se trabajaba en el siglo
XX. Como se mencionó en el artículo anterior, Mendel no expresó la ley de la
distribución independiente en la forma de proporción 9:3:3:1, sino que la
expresó de forma textual: “El comportamiento de cada par de caracteres
diferentes en la asociación de un híbrido es independiente de todas las
diferencias en las dos plantas parentales” (Monaghan & Corcos, 1990; Moore, 2001; Olby, 1979).
Esa frase es el clímax del artículo original, y fue
posteriormente desarrollada por los redescubridores del siglo XX como la ley de
distribución independiente. Moore (2001) señala que, de hecho, en el artículo
de Mendel, no se expresan las famosas leyes de Mendel, o al menos no como las
conocemos, aprendemos, estudiamos y enseñamos actualmente.
El núcleo fundamental sobre el cual construimos el modelo
matemático de la genética mendeliana se basa en la equivalencia de un carácter
en una pareja de factores particulados. A pesar de que la influencia del
trabajo de Mendel es grande, aparentemente sus resultados no son tan grandes
como la tradición ha adjudicado. El trabajo de Mendel no da evidencias que el
manejara los conceptos de homocigo dominante (AA) y homocigoto recesivo (aa) en
términos algebráicos estándar.
Mendel jamás trabajó la naturaleza de los genes y tampoco
describió la equivalencia entre la pareja de rasgos y la pareja de factores
heredables sobre la que se construye el modelo matemático mendeliano. En otras
palabras, Mendel no era mendeliano. Carl Correns fue el primero es introducir
la equivalencia entre par de rasgos y par de factores (Monaghan & Corcos, 1990; Moore, 2001; Olby, 1979).
Mendel empleó la teoría celular de fertilización para
explicar porque los descendientes de los linajes híbridos formaban linajes
puros y otros no. El deseaba esclarecer la composición de los así llamados
gametos en los híbridos. Mendel no empleó su teoría para localizar genes no
menciona ninguna palabra que se acerque a tal concepto. Mendel estaba
estudiando el número y tipo de progenie producida por híbridos
autofertilizados, no la herencia de los caracteres. De ser así y si Moore y
colaboradores están en lo correcto, la mayor parte del modelo matemático que
actualmente llamamos mendeliano, es un producto de los redescubridores y no del
propio Mendel.
Verdaderas definiciones mendelianas
A pesar de que Mendel no manejaba el concepto de gen, si es
posible rastrear dos conceptos y dos palabras asociadas a lo que manejamos como
“carácter-factor” o más contemporáneamente “fenotipo-genotipo” y es el concepto
de Merkmal y Elemente. Merkmal se define como lo que es posible ver, la
apariencia externa, en este sentido los redescubridores lo tradujeron como caracteres
y actualmente lo llamaríamos fenotipo (Monaghan & Corcos, 1990; Moore, 2001; Olby, 1979).
La otra palabra es elemente, la cual sería entendida como
aquello que se movía entre las generaciones. Aunque actualmente lo podríamos
entender como genotipo, en aquella época con la discusión entre fisicalistas y
vitalistas podría entenderse en términos de una fuerza inmaterial (Monaghan & Corcos, 1990; Moore, 2001; Olby, 1979). De hecho, la definición de
elemente era tan diferente a la que se maneja en el modelo matemático
“mendeliano” que por ejemplo los individuos de linaje puro no se describían con
parejas (AA o aa) sino con una sola letra.
El cruce F2 del monohíbrido mendeliano se describe en la
actualidad de la forma algebraica AA + 2Aa + aa, la cual es dechecho la
respuesta del caso de factorización suma de cuadrados fue descrita
originalmente como A+2Aa+a (Mendel, 1866, 1996). Lo cual implica que Mendel tampoco manejaba
concepto de monocigoto y heterocigoto, lo cual a su vez explica la razón de no
existir una palabra mendeliana para esos conceptos. Tal vez Mendel creía que
los linajes puros “o monocigotos” solo poseían un elemente, o mucho más
probablemente, pensaba que su modelo solo era una entelequia, un modelo
únicamente instrumentalista que no representaba para nada las estructuras
reales, “una fumada mental que funcionaba” (Monaghan & Corcos, 1990; Moore, 2001; Olby, 1979).
Esto último es un rasgo muy común de los modelos matemáticos
de la ciencia de Prusia y Austria. De hecho, el modelo actual del átomo se basa
en ese mismo principio, un modelo matemático que no busca representar una
realidad estructural, pero que no fue tomado en cuenta por muchos físicos por
la misma razón, durante muchos años solo fue una inferencia matemática para
explicar fenómenos, y no es que eso hubiera cambiado actualmente, lo que sucede
es que actualmente parecemos confiar más en las matemáticas.
¿Por qué es famoso?
La pregunta que emerge de este panorama es, si Mendel no
construyó todo el modelo matemático que le adjudicamos, ¿cómo es que lo
llegamos a adjudicar? La respuesta viene en el momento en que las matemáticas
irrumpieron realmente en toda una comunidad científica y no en un solo
individuo, lo cual fue en la generación de científicos activa en el cambio de
siglo cerca del año 1900. En ese momento varios científicos con entrenamiento
matemático se avocaron a trabajar problemas semejantes a los de Mendel pero con
un enfoque más en la herencia que en la hibridación, y en base a ese conflicto
la figura de Mendel fue fabricada para combatir en un conflicto de prioridades
científicas, pero eso lo veremos en el siguiente capítulo (Monaghan & Corcos, 1990; Moore, 2001; Olby, 1979).
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