viernes, 3 de septiembre de 2021

Tipos de mutaciones

(Ciencias de Joseleg) (Biología) (Teoría de la Biología)  (Genética moderna) (Introducción)  (Naturaleza química del gen) (Conflicto por la estructura del ADN)  (Estructura del ADN)  (La replicación del ADN)  (Síntesis de proteínas)  (Denaturación y renaturación)  (Estructura del genoma)  (Tipos de mutaciones)  (Elementos móviles del genoma)  (Identificación humana)  (Referencias bibliográficas)

 

 De este punto en adelante los esquemas para la simbolización del genoma cambian, esto es debido a la extensión de los genes que, aunque en términos del genoma son pequeños, en términos absolutos de contar pares de bases pueden ser muy extensos. Las barras gruesas representan una sección de ADN de interés como un gen, pero también pueden representar loci no codificantes pero de interés como un marcador genético. Las barras delgadas representan también material genético pero que no es de interés para el contexto a analizar. En el genoma eucariota se encuentran secciones no codificantes y secciones codificantes y esta simbología permite representarlas rápidamente para poder exponer ciertas ideas como las que serán expuestas a continuación.

Modelo de barras. Modelo de barras, grueso para lo importante y delgado para lo no importante de una secuencia de ADN. La secuencia importante o resaltada puede ser un gen, un fragmento regulador o cualquier otra parte que sea el enfoque de la investigación.

Figura 59.  Modelo de barras. Modelo de barras, grueso para lo importante y delgado para lo no importante de una secuencia de ADN. La secuencia importante o resaltada puede ser un gen, un fragmento regulador o cualquier otra parte que sea el enfoque de la investigación.

Debido a que el ADN es el material genético tendemos a pensar en el como una molécula estática totalmente conservativa, que o no cambia o lo hace muy poco a través de la historia evolutiva –eso si es que considera la noción evolutiva en la biología, pero eso es mas de parte de los no-biólogos. El hecho ineludible es que el genoma es capaz de realizar cambios muy rápidos, no solo de una generación a la siguiente, sino al interior de un mismo individuo y más aun de una misma célula. Estos cambios pueden estar orquestados por mecanismos internos de origen interno “genéticos” o por la transducción de señales externas “epigenéticos”. En esta sección veremos como la biología ha adoptado una visión del mundo como la de Heráclito, todo está en movimiento, en un cambio constante, la estabilidad –en este caso de las especies y los genomas –es tan solo una apariencia. Evidentemente esta visión de trasfondo filosófico está reforzada por pruebas empíricas.

La primera teoría de la evolución tenía en su punto más débil una explicación lamarckiana de la genética, y aunque muchos digan que la selección natural es el motor de la evolución, hay que matizar mucho esa expresión. La selección natural es un mecanismo ecológico que elimina variantes, no las crea, por lo que en la base debía existir un mecanismo subyacente, el verdadero motor que pone en movimiento a la selección natural, aquel motor que arroja las variaciones que son susceptibles de ser seleccionadas. Años más tarde August Weismann refutaría la primera teoría de la evolución destruyendo su base lamarckiana, pero a pesar de que propuso una hipótesis genética de reemplazo llamada herencia dura, esta no pudo generar una explicación completa del problema. Posteriormente en 1916 Morgan y colaboradores dan soporte a las mutaciones como fenómeno que crea nuevos alelos, sin embargo, no sería hasta la elucidación de la maquinaria molecular y la naturaleza química de los genes que se pudo tener acceso al conocimiento específico de lo que son exactamente las mutaciones. En esta serie de artículos veremos la segunda parte de la Teoría Sintética de la Evolución, aquella que concierne no con la ecología y las poblaciones, sino aquella que concierne a la genética misma y al verdadero motor de la evolución, que es la mutación.

Literalmente mutaciones de nucleótido simple son las más comunes, pero también las menos importantes a la hora de explicar el origen de los genes, aunque sí que explican su diversificación secundaria.  Una mutación de un solo nucleótido es un cambio en solo un par de bases nitrogenadas sea por inserción, deleción o cambio. Las inserciones son inocuas a menos que involucren la adición de un aminoácido crucial para la proteína, pero las deleciones e inserciones pueden ser particularmente nocivas pues alteran el marco de lectura de una proteína, lo cual la inhabilita funcionalmente. Los SNP constituyen hasta el 90% de todas las variaciones genómicas humanas, y aparecen cada 1,300 bases en promedio, a lo largo del genoma humano. Dos tercios de los SNP corresponden a la sustitución de una citosina (C) por una timina (T). Estas variaciones en la secuencia del ADN pueden afectar a la respuesta de los individuos a enfermedades, bacterias, virus, productos químicos, fármacos, entre muchos otros, lo cual en últimas conforma mucho del material base con el cual un individuo se enfrenta a la selección natural. Sin embargo, a pesar de ser tan comunes, los SNP nos dicen muy poco a cerca de la evolución a largo plazo de los seres vivos, y en especial en lo que respecta a una pregunta particularmente difícil si solo se conocen las mutaciones SNP, esa pregunta es ¿Cuál es el origen de los genes?

Figura 60.  Las ranas poliploides. El poliploide es más grande, es una tendencia en las plantas (YouTube), pero que también se observa en las ranas del género Xenopus spp.

El tipo de mutación que explica las discrepancias con respecto a una cantidad doble de cromosomas en especies cercanamente emparentadas se denomina poliploidía. Una poliploidía se define como un cambio en el material genético en el cual el genoma completo de la especie es multiplicado por dos, si los parentales poseían dos cromosomas, los filiales poseerán cuatro cromosomas. La poliploidía emerge de un error en la meiosis, en la cual los cromosomas no se segregan a los diferentes gametos, y por lo tanto se producen la mitad de gametos sin cromosomas y la mitad de gametos con todos los cromosomas, por lo que se obtiene un gameto diploide. El punto es que se requiere de otro gameto diploide para que el poliploide se produzca y para esto existen dos opciones. La primera es que el gameto diploide sea ofrecido por una especie cercanamente emparentada también por un error en la meiosis. La segunda opción otro individuo de la misma especie, pero de genero diferente experimente el mismo error y ofrezca el gameto diploide complementario. Adicionalmente en los animales puede darse una poliploidía embrionaria en la cual los cromosomas que conforman al cigoto se duplican, pero no se segregan en células diferentes hasta que una segunda ronda de duplicación se da, por lo que en el primer clivaje se segregan el doble de cromosomas de la especie.

El fenómeno de la poliploidía es particularmente común en las plantas con flor, lo cual incluye a la mayoría de las especies domesticadas para la producción agrícola como el trigo, las bananas o el café. Algunas estimaciones afirman que más del 70% de las especies de plantas con flor son poliploides de otras. La duplicación de los cromosomas es un evento dramático para un individuo, el cual puede o no sobrevivir o experimentar cambios drásticos en el modo en que se relaciona con el ambiente. A simple vista muchos poliploides vegetales son más grades que sus parientes originales, pero al interior se empiezan a generar grandes cambios, como la tendencia a la eliminación de los genes redundantes, mediante el silenciamiento epigénetico o mutacional. El proceso de silenciado de genes es lento y afecta más a los genes de codifican a las proteínas que los genes regulatorios. Debido a su lentitud varios estudios han podido reportar la genética de este proceso en diversos estados de su historia evolutiva. De cualquier forma, las plantas con flor debido a su naturaleza poliploide tienden a poseer los porcentajes más altos de ADN codificante en comparación con los animales. Dado que las plantas con flor son en muchos casos hermafroditas, la producción de un solo individuo poliploide viable puede conllevar a la formación de una especie completa, lo cual es un ejemplo de especiación.

Figura 61.  Visualizando las duplicaciones. (A)  En los chimpancés, por ejemplo, los  para el gen de la amilasa AMY1 se encuentran en dos copias homólogas en cada uno de los cromosomas, como lo permite ver esta microfotografía empleando un marcador fluorescente para determinar la ubicación del gen. (B)  En el humano el mismo gen se encuentra en copias variables al interior de cada cromosoma, aquí tenemos un cromosoma con 10 copias y otro con 4 copias del gen AMY1 de la amilasa.

La poliploidía es un caso extreme y dependiendo de la estructura genómica de la especie puede ser o muy común o muy rara. Según los datos recolectados es muy común para las plantas con flor, pero para los demás seres vivos es más bien un proceso extremo y raro. Sin embargo, la poliploidía no es el único mecanismo que le permite a los seres vivos duplicar sus genes, existen formas en que pequeñas fracciones del genoma pueden duplicarse e insertarse de forma tal que adquieren los potenciales que otorgan la compensación de dosis genética. Estudios recienten han demostrado que las duplicaciones parciales de los genes suceden con una frecuencia sorprendentemente alta, lo cual no debería ser sorprendente, ya que la duplicación de los genes es la fuente principal de genes nuevos por medio de la subfuncionalización, la neofuncionalización y la fusión de dominios. Estos procesos son prácticamente uno de los principales motores del proceso evolutivo, ya que sin genes nuevos no habría posibilidad de cambio evolutivo.

Genes y proteínas. Los genes al expresarse forman las proteínas, las cuales son quienes realizan la mayor parte de las funciones en los seres vivos, la pérdida de un gen implica la pérdida de una proteína lo cual puede llegar a ser mortal para el individuo.

Figura 62.  Genes y proteínas. Los genes al expresarse forman las proteínas, las cuales son quienes realizan la mayor parte de las funciones en los seres vivos, la pérdida de un gen implica la pérdida de una proteína lo cual puede llegar a ser mortal para el individuo.

De acuerdo a un estimado reciente, cada gen en el genoma tiene alrededor de un 1% de probabilidad de ser duplicado cada millón de años, pero si usted posee unos 20 000 genes implica que cada millón de años 200 genes se habrán duplicado. La duplicación de los genes puede darse por múltiples mecanismos independientes a la poliploidía entre los que se puede contar los retrotrasposones, la transferencia viral y la recombinación no equivalente durante la profase I de la meiosis. Cabe añadir que no todos los genes tienen una misma tasa de duplicación, algunos tienden a duplicarse más que otros, lo cual implica que ciertos genes deben presentar una mayor cantidad de familiares en un mismo genoma.

De todos los mecanismos se cree que el más común es la recombinación no equivalente de los cromosomas durante la meiosis, lo cual generaría cromosomas más largos “con segmentos duplicados o inserción “y más cortos “con segmentos faltantes o deleción”. La recombinación no equivalente ocurre cuando los cromosomas que se encuentran en profase 1 no se alinean perfectamente. Los individuos que reciben los cromosomas con deleciones pueden sufrir patologías graves o incluso morir, pero en el caso de la inserción la compensación de dosis puede permitir al cromosoma nuevo no afectar mortalmente a su portador.

Otra consecuencia de esto, es que cuando el cromosoma alargado se recombine en la siguiente generación, los genes duplicados se intercambiarán en una cantidad diferente, o lo que es lo mismo, se genera una diversidad en los genes en la región afectada por la inserción, lo que conlleva a la generación de un nido de genes duplicados. Esta variación en el número de copias de un gen al interior de un nido “cluster” ha sido reportada para genes como el de la amilasa en el ser humano, en el cual se ha reportado variación entre 4 y 10 copias. Lo anterior implica que los cromosomas homólogos no necesariamente portan exactamente la misma información, tan solo requieren una integridad mínima para reconocerse mutuamente durante la meiosis, pero existe cierta flexibilidad en sus tamaños y contenidos. A esta tolerancia al cambio en sistemas complejos e integrados se la denomina resilencia.

Los genes son multi-modulares. Los genes pueden ser expresados en términos de módulos, sean estos repetitivos o no. Existe otro tipo de modularidad que se llama estructura cuaternaria, en el cual los módulos se encuentran separados como si fueran loci independientes.

Figura 63.  Los genes son multi-modulares. Los genes pueden ser expresados en términos de módulos, sean estos repetitivos o no. Existe otro tipo de modularidad que se llama estructura cuaternaria, en el cual los módulos se encuentran separados como si fueran loci independientes.

Un pequeño porcentaje los genes que se encuentran en proceso de perderse en el caos del genoma no codificante adquieren mutaciones que otorgan ventajas a sus portadores mediante la adquisición de nuevas funciones. Cuando un gen lleva a cabo el proceso de neofuncionalización y subfuncioanlización apoyado por la compensación de dosis de una copia de respaldo se la denomina isoforma. Para ilustrar estos procesos analizaremos la familia de genes de las globinas, aunque ya lo hemos hecho con la cascada de coagulación

Aunque por lo general se nos dice que las proteínas tienen cuatro niveles de complejidad:

·       Secuencia lineal o estructura primaria, esta se genera cuando el ribosoma la fábrica a partir de los mensajeros de ARN.

·       La estructura secundaria es una conformación que adquiere la secuencia de aminoácidos cuando las interacciones moleculares empiezan a afectarlas generando hélices o láminas.

·       La estructura terciara es una proteína funcional compuesta de hélices y láminas.

Defuncionalización deletérea. La defuncionalización es un proceso común, cuando un gen vital pierde su función, el indivioduo muere en el embrión o se genera una enfermedad en cualquier momento de la vida, disminuyendo la aptitud darwiniana del individuo.

Figura 64.  Defuncionalización deletérea. La defuncionalización es un proceso común, cuando un gen vital pierde su función, el indivioduo muere en el embrión o se genera una enfermedad en cualquier momento de la vida, disminuyendo la aptitud darwiniana del individuo.

Sin embargo, está visión es engañosa, entre la estructura secundaria y la terciaria podemos ubicar otro nivel de complejidad que podemos llamar dominios modulares.  Una proteína funcional puede estar compuesta por varios dominios funcionales, los cuales le permiten operar en un determinado contexto.

La defuncionalización hace referencia a la pérdida total del gen, ya sea porque la proteína generada es no funcional –lo cual genera fenotipos recesivos.  También puede darse el caso de que el mensajero de ARN al haber mutado no pueda ser leído por el ribosoma, o incluso que las enzimas que leen al ADN no puedan generar el mensajero de ARN, a esto se lo denomina cambio en el marco de lectura –efectos conocidos de mutaciones estilo SNP.

A parte de esto existen cambios epigenéticos que impiden que un gen duplicado se exprese, por ejemplo, las histonas que son proteínas estructurales del genoma pueden enroscarse en torno a las secciones duplicadas impidiendo su lectura por las enzimas especializadas. En otros casos, el gen mismo puede metilarse, lo cual impide que las enzimas puedan leerlo.

Defuncionalización no deletérea. Este es el destino más común para los genes duplicados, mientras que un locus es activo y evita que el individuo muera, con las generaciones el otro locus acumula mutaciones hasta perderse en el caos del ADN no codificante. Aun así, con las adecuadas técnicas de secuenciación es posible encontrar los rastros de estos genes perdidos o pseudogenes.

Figura 65.  Defuncionalización no deletérea. Este es el destino más común para los genes duplicados, mientras que un locus es activo y evita que el individuo muera, con las generaciones el otro locus acumula mutaciones hasta perderse en el caos del ADN no codificante. Aun así, con las adecuadas técnicas de secuenciación es posible encontrar los rastros de estos genes perdidos o pseudogenes.

Subfuncionalización. La subfuincionalización, permite especializar los loci, lo cual puede ser conveniente a los seres vivos cuando se exponen a nuevos retos ambientales.

Figura 66.  Subfuncionalización. La subfuincionalización, permite especializar los loci, lo cual puede ser conveniente a los seres vivos cuando se exponen a nuevos retos ambientales.

Si dicho gen se perdiera por mutaciones del tipo SNP o por epi-alteraciones como el cambio de las histonas o la metilación del ADN entonces el organismo podría verse en graves riesgos de morir por defectos energéticos. Un gen duplicado permite que aun cuando uno de los nuevos  se pierda, el locus ancestral –o el nuevo –seguirá funcionando, de forma tal que el organismo portador del locus alterado no sufre daños en sus sistemas metabólicos.

La pérdida de la función de una proteína no necesariamente afecta a todos sus dominios funcionales, como mencionamos anteriormente, si al interior de un mismo gen se encuentran regiones funcionales, la pérdida de una de sus funciones puede conllevar a que dicho gen evolucione para realizar específicamente la función o funciones que le han quedado.  Otro tipo de subfuncionalización puede abarcar la reducción de sustratos sobre los cuales actúa una proteína. En cualquier caso, todos estos fenómenos se basan en mutaciones de tipo SNP o en mutaciones en bucle o tándem.

Fusión de módulos genéticos. Una vez que los dos módulos quedan conectados en un solo producto génico, uno de ellos puede acumular SNP sin riesgo de selección negativa para su portador. Con el tiempo uno de los módulos puede evolucionar a la perdida de la función, con lo que se convertiste en un elemento estructural de la proteína o a una nueva función, generando una proteína con múltiples dominios funcionales.

Figura 67.  Fusión de módulos genéticos. Una vez que los dos módulos quedan conectados en un solo producto génico, uno de ellos puede acumular SNP sin riesgo de selección negativa para su portador. Con el tiempo uno de los módulos puede evolucionar a la perdida de la función, con lo que se convertiste en un elemento estructural de la proteína o a una nueva función, generando una proteína con múltiples dominios funcionales.

Bueno ¿y cómo aparece una proteína multimodular en primera instancia?, bueno esto no ocurre en las mutaciones de genoma completo, pero lo explicaremos aquí de todas formas. Por lo general los genes están flanqueados por secuencias regulatorias y un iniciador de la secuencia, así como un finalizador, el cual le dice a las enzimas especializadas –inicie a leer aquí y termine de leer aquí.

Si una mutación corte de forma tal que el segmento duplicado queda en tándem con respecto al viejo borrando la sección de terminación, la enzima leerá las dos secciones generando un único mensajero. Este mensajero único al ser leído por el ribosoma creará una proteína el doble de grande con dos dominios exactamente iguales. Lo cual permitirá que uno de ellos pueda evolucionar a funciones nuevas mientras que el viejo sigue su función normal.

Un gen que está bajo compensación de dosis está libre de selección natural, lo cual le permite acumular rápidamente mutaciones por deriva genética. En muchos casos puede llevar a la perdida de la función y convertirse en un pseudogen, pero en otras puede ocurrir algo diferente.

La generación de funciones nuevas no necesita realmente grandes cambios, tal vez solo la alteración de una reacción química a otra muy relacionada altere la acumulación de un compuesto flexible por uno duro, en tal caso el organismo pasa de ser flexible y vulnerable, a inflexible pero muy duro. En cualquier caso, la nefuncionalización hace referencia a la adquisición de funciones aparentemente nuevas de un gen duplicado.

Neofuncionalización. Los pseudogenes al estar libres de la selección negativa pueden en ocasiones adquirir funciones nuevas que otorgan a sus portadores leves ventajas con respecto a sus competidores, lo cual los selecciona positivamente, permitiendo que acumulen mutaciones que filtradas por la selección conllevan a la formación de nuevas funciones y al nacimiento de nuevos genes.

Figura 68.  Neofuncionalización. Los pseudogenes al estar libres de la selección negativa pueden en ocasiones adquirir funciones nuevas que otorgan a sus portadores leves ventajas con respecto a sus competidores, lo cual los selecciona positivamente, permitiendo que acumulen mutaciones que filtradas por la selección conllevan a la formación de nuevas funciones y al nacimiento de nuevos genes.

Evidentemente en el caso del cambio genómico una proteína puede tener simultáneamente en su historia duplicaciones, deleciones, subfuncionalizaciones solo para volver a duplicarse y quedar encadenada de nuevo formando nuevamente una proteína con más módulos.

Es por esta razón que el análisis evolutivo de las proteínas es tan complejo, pues pueden encontrarse rastros de módulos funcionales en proteínas que no se esperaría. Sin embargo, estos rastros conforman la base de una rica historia evolutiva que puede ser interpretada y que sirven como base para la generación de modelos evolutivos para sistemas que son muy complejos.

A pesar de lo complejo de este relato la propia secuenciación del ADN la ha corroborado, por todo el genoma se encuentran los restos de genes relacionados con otros funcionales, en el interior de genes funcionales se pueden encontrar restos de módulos no funcionales que sí lo son en otras proteínas.

  

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