Una de las tácticas que emplean los oponentes de la evolución en general y
de la evolución de las aves en particular es comparar al gran Tyrannosaurus rex con el humilde pollo doméstico, ¿Qué pareja de animales puede
ser más diferente?, pero al mismo tiempo esto solo sucede si uno mira la
evolución desde un punto de vista no darwinista y lineal. Evidentemente T.
rex no es el ancestro de los pollos, pero al mismo tiempo el estudio del
grupo de fósiles relacionado con el T. rex puede arrojar ciertas luces
sobre otro de los caracteres que definen a las aves de manera intuitiva, y es
la pluma, aunque no esperemos ver plumas complejas, en estos animales estaremos
hablando de estructuras tegumentarias más simples que llaman generalmente plumas,
aunque se asemejan más a vellos o filamentos.
Los tatanureos
La palabra Tatanurae significa cola rígida. Tatanurae se
define como todos los terópodos más cercanos a las aves que al ceratosaurio
(Padian et al., 1999). Básicamente todo dinosaurio depredador famoso incluyendo
a las aves se clasifican dentro del grupo de los tatanureos, el grupo posee
muchas características en común, como lo es la presencia de fúrcula, sacos
aéreos y huesos con cavidades neumáticas postcraneales. El fósil transicional
entre los terópodos primitivos y los tatanuros más famoso que hasta ahora se
conoce es el crilofosaurio (Cryolophosaurus ellioti), es tan
transicional que su clasificación es en ocasiones difícil de clasificar (Smith
et al 2007, 2007-b; Nesbitt et al 2009). Aun así, a simple vista, el
crilofosaurio es un terópodo bastante típico, tres dedos en las manos y cuatro
en los pues, con una estructura de balancín. Las características modernas que
lo conectan con los tatanureos posteriores se encuentran en el cráneo.
Como dijimos antes, este grupo está lleno de dinosaurios famosos, y
específicamente famosos en la discusión del origen de las aves, es por ello que
hablaremos de los principales especímenes por separado. Entre los tatanureos
tenemos varios linajes, dos de los cuales destacan por su fama, uno son los
alosaurios que son terópodos muy típicos, y por otro lado los coelusaurios, que
nuevamente reúnen a la gran mayoría de dinosaurios depredadores más famosos
incluyendo a las aves.
Coelurosauria
Es el clado que contiene todos los
dinosaurios terópodos más estrechamente relacionados con las aves que con los
carnosaurios. Coelurosauria es un subgrupo de dinosaurios terópodos que
incluye a Compsognathus, los tiranosauridos, los ornitomimidos, y los
maniraptores; Maniraptora a su vez incluye a las aves y otros
dinosaurios emplumados no aviares, el único grupo de dinosaurios que sobrevivió
hasta el día de hoy son las aves (Turner, Makovicky, & Norell,
2012). La mayoría de los dinosaurios con
plumas descubiertos hasta ahora han sido coelurosaurios. Philip J. Currie
considera probable que todos los coelurosaurios fueran emplumados (Currie & Koppelhus, 2005). En el pasado, Coelurosauria se utilizó para
referirse a todos los terópodos pequeños, aunque esta clasificación ha sido
abolida.
El estudio de rasgos anatómicos en coelurosaurios indica que el último
antepasado común había desarrollado la capacidad de comer y digerir la materia
vegetal, adaptándose a una dieta omnívora, una capacidad que podría ser un
contribuyente importante al éxito del clado. Los grupos posteriores se aferran
al omnivorio, mientras que otros se especializan en varias direcciones, convirtiéndose
en insectívoros (Alvarezsauridae), herbívoros (Therizinosauridae)
y carnívoros (Tyrannosauroidea y Dromaeosauridae) (Zanno & Makovicky, 2011). El grupo incluye algunos de los dinosaurios carnívoros más
grandes (Tyrannosaurus) y más pequeños (Microraptor, Parvicursor).
Las características que distinguen a los coelurosaurios son: Un sacro (serie de
vértebras que se adhieren a las caderas) más largo que en otros dinosaurios;
Una cola endurecida hacia la punta; Un cúbito arqueado (hueso del brazo
inferior); Una tibia (hueso de la pierna) que es más larga que el fémur (hueso
de la parte superior de la pierna). La reducción del femur es particularmente
importante ya que en las aves modernas el fémur queda atado al tronco y la
rodilla está asociada al vientre.
Figura 8‑2. Tyrannosaurus rex (del
griego latinizado tyrannus 'tirano' y saurus 'lagarto', y el
latín rex, 'rey'), es la única especie conocida del género fósil Tyrannosaurus
de dinosaurio terópodo tiranosáurido, que vivió a finales del período
Cretácico, hace aproximadamente entre 68 y 66 millones de años, en el
Maastrichtiense, en lo que es hoy América del Norte. Su distribución en el
continente fue mucho más amplia que otros tiranosáuridos. Comúnmente abreviado
como T. rex, y castellanizado como tiranosaurio es una figura común en
la cultura popular. Fue uno de los últimos dinosaurios no avianos que
existieron antes de la extinción masiva del Cretácico-Terciario.
La evidencia fósil muestra que la piel
incluso de los coelurosaurios más primitivos estaba cubierta principalmente en
estructuras tegumentarias que llamarías protoplumas. Se han encontrado restos
fósiles de plumas, aunque raros, en miembros de la mayoría de los principales
linajes coelurosaurianos. La mayoría de los coelurosaurios también retenían
escamas y dermatoesqueletos en alguna parte de sus cuerpos, particularmente en
los pies, aunque se sabe que algunas especies primitivas de coelurosaurios
tenían escamas en las patas superiores y porciones de la cola también. Estos
incluyen tyrannosauroidos, Juravenator, y Scansoriopteryx. Los
fósiles de al menos algunos de estos animales (Scansoriopteryx y
posiblemente Juravenator) también preservan las plumas en otra parte del
cuerpo. Aunque alguna vez se pensó que era una característica exclusiva de los
coelurosaurios, las plumas o las estructuras parecidas a las plumas también se
conocen en algunos dinosaurios ornithischianos (como Tianyulong y Kulindadromeus)
y en los pterosaurios. Aunque se desconoce si están relacionados con verdaderas
plumas, un análisis reciente ha sugerido que la pluma como el integumento
encontrado en como Tianyulong y Kulindadromeus puede haber
evolucionado independientemente a los coelurosaurios (Cincotta
et al., 2019; Godefroit et al., 2015).
Aunque son raros, los
moldes completos de endocraneo de los terópodos son conocidos a partir de
fósiles. El endocraneo terópodo también se puede reconstruir a partir de las
cápsulas encefálicas preservadas sin dañar de especímenes valiosos utilizando
un escáner de tomografía computarizada y un software de reconstrucción 3D.
Estos hallazgos son de importancia evolutiva porque ayudan a documentar el
surgimiento de la neurología de las aves modernas de la de los anteriores
reptiles. Un aumento en la proporción del cerebro ocupado por el cerebro parece
haber ocurrido con el advenimiento del clado Coelurosauria y
"continuado a lo largo de la evolución de los maniraptoranos y las aves
tempranas" (Larsson, 2001). Ahora centraremos nuestra discusión en el linaje de los
tiranosauridos.
Seamos francos, lo que primero se nos viene a la mente al escuchar la
palabra tiranosaurido es la del gran tiranosaurio, uno de los depredadores
terrestres más grandes de todos los tiempos (Figura 8-2).
Si eso es cierto, el problema es que una larga sombra cubre la existencia
de otros miembros de su gran grupo, no tan impresionantes en tamaño, en
especial los más ancestrales (Holtz 2004; Xu et al 2004, 2006), aunque si es lo
que podemos aprender a cerca de la historia de la evolución de las aves. Ahora
sí, debemos admitir que una tendencia general del grupo ha sido un incremento
de tamaño paulatino (Norell 2010). Los tiranosaurios más recientes muestran a
su vez varias especializaciones extremas, por ejemplo, una reducción del tamaño
de los brazos hasta el casi ridículo, reducción y perdida de uno de los dedos
“aunque en algunos individuos se puede encontrar vestigialmente” (Quinlan et al
2007). Los grupos más antiguos concuerdan más con el plano general de los
dinosaurios terópodos, con los clásicos tres dedos en las manos (Hutt et al
2001).
A parte del gran Tiranosaurio rex. Debemos tener en cuenta a otras especies, formas y tamaños. Aquí algunos ejemplos.
Figura 8‑3. Dendrograma de algunos grupos importantes de
tiranosaurios.
Las
protoplumas de dilong
Ahora la pregunta del millón, ¿porque nos metimos con los tiranosauridos?, aparte de cierta semejanza proteica de hace años, ¿qué puede conectar a un tiranosaurido con un ave? La respuesta es la misma por la cual se discute a cerca de las estructuras de longuiscama, ¡PLUMAS! Las plumas son el carácter aviano fundamental, el que más salta a la vista, demostrar o que los dinosaurios basales o que los arcosaurios basales tienen plumas es un detalle fundamental para defender cualquiera de las hipótesis sobre el origen de las aves. Antes de la descripción de Dilong (Xu et al 2004) la evidencia fósil de los primeros tiranosauridos era fragmentaria en el mejor de los casos (Buffetaut 1996; Manabe 1999; Hutt 2001; Rauhut 2003).
Figura 8‑4. Dilong (帝龍, que significa 'dragón emperador') es un
género de dinosaurio tiranosaurioide basal. La única especie es Dilong
paradoxus. Es de la Formación Yixian del Cretácico Inferior cerca de
Lujiatun, Beipiao, en la provincia occidental de Liaoning en China. Vivió hace
unos 126 millones de años.
En general y fuera de sus estructuras en la piel, Dilong seguiría
siendo un espécimen exquisito, un verdadero fósil transicional, ya que muestra
una serie de características en su cráneo muy derivadas y específicas de los
tiranosauridos posteriores, mientras que el resto de su cuerpo muestra los
caracteres de un terópodo clásico, como lo son los tres dedos de los manos
funcionales (Xu et al 2004; Holtz 2001; Currie et al 2003; Currie 2003). Sin
embargo, la característica más importante de dilong es que principalmente en la
cola, se encuentran trazas de estructuras integumentarias con ángulos de 30-45°
a las vértebras caudales (Xu et al 2004). Ahora, estas estructuras filamentosas
no tienen mucho que ver con nuestra imagen imaginaria de pluma con raquis y
demás estructuras, sin embargo, son muy importantes sobre los modelos
evolutivos de las plumas, pero le dedicaremos a ello un tema específico en
discusiones posteriores.
Dilong paradoxus tenía una cubierta de plumas simples o protoplumas. Las
plumas se vieron en impresiones de piel fosilizada cerca de la mandíbula y la
cola. No son idénticas a las plumas de las aves modernas, carecen de un eje
central y probablemente se usaban para calentarse, ya que no podrían haber
permitido el vuelo. Los tiranosaurios adultos, que se encuentran en Alberta y
Mongolia, tienen impresiones en la piel que parecen mostrar las escamas
pedregosas típicas de otros dinosaurios. (Xu et al 2001).
Yutyrannus
Yutyrannus (que significa "tirano
emplumado") es un género de dinosaurio tiranosaurio proceratosáurido que
contiene una sola especie conocida, Yutyrannus huali. Esta especie vivió
durante el período Cretácico temprano en lo que ahora es el noreste de China.
Tres fósiles de Yutyrannus huali, todos encontrados en los lechos
rocosos de la provincia de Liaoning, son actualmente los especímenes de
dinosaurio más grandes conocidos que conservan evidencia directa de plumas (Bell et al., 2017; Xu, 2020; Xu et
al., 2012).
Figura 8‑5. Por lo tanto podemos decir quer Yutyrannus es un tiranopollo.
Los descriptores establecieron algunos rasgos diagnósticos
de Yutyrannus, en los que se diferencia de sus parientes directos. El hocico
presenta una cresta alta en la línea media, formada por las nasales y los
premaxilares y que está cubierta por grandes recesos neumáticos. El hueso
postorbital tiene un pequeño proceso secundario, que sobresale en la esquina
posterior superior de la cuenca del ojo. El lado exterior del cuerpo principal
del postorbital está ahuecado. En la mandíbula inferior, la fenestra mandibular
externa, la abertura principal en el lado externo, se encuentra principalmente
en el surangular.
Los especímenes descritos de Yutyrannus contienen
evidencia directa de plumas en forma de huellas fósiles. Las plumas eran
largas, de hasta 20 centímetros (7,9 pulgadas) y filamentosas. Debido a que la
calidad de la conservación era baja, no se pudo establecer si los filamentos
eran simples o compuestos, anchos o estrechos. Las plumas cubrían varias partes
del cuerpo. Con el holotipo estaban presentes en la pelvis y cerca del pie. El
espécimen ZCDM V5000 tenía plumas en la cola apuntando hacia atrás en un ángulo
de 30 grados con el eje de la cola. El espécimen más pequeño mostró filamentos
de 20 centímetros de largo (7,9 pulgadas) en el cuello y plumas de 16
centímetros de largo (6,3 pulgadas) en la parte superior del brazo. Si bien se
sabe desde 2004, tras la descripción de Dilong, que al menos algunos
tiranosauroides poseían plumas filamentosas de "etapa 1", según la
tipología de plumas de Richard Prum (Prum, 1999), Y. huali es
actualmente la especie más grande conocida de dinosaurio con evidencia directa
de plumas, cuarenta veces más pesado que el poseedor del récord anterior, Beipiaosaurus.
Una de las características de los turanosaurios primitivos como Dilong
a parte de tener protoplumas-pelos es el hecho de que eran animales pequeños, y
eso es relevante a la hora de mantener la temperatura corporal, pues los
animales pequeños tienden a perder más fácil el calor que los animales grandes (Kardong, 2014). De hecho, los animales
grandes son tan buenos almacenando calor que generalmente pierden sus
características tegumentarias como el pelo, y lo podemos ver en los mamíferos grandes
que habitan territorios tropicales modernos como los elefantes y los
rinocerontes, evidentemente estos animales descienden de otros organismos que
alguna vez tuvieron pelo, pero ya no lo tienen.
Mientras que las
impresiones de la piel de un espécimen del Tyrannosaurus rex apodado
"Wyrex" (BHI 6230) descubierto en Montana en 2002 (Larson, 2008), así como algunos
otros especímenes gigantes de tiranosauridos, demuestran pieles con escamas en
mosaico, otros Yutyrannus huali (que tenía hasta 9 metros de largo y
pesaba alrededor de 1.400 kilogramos), conservaba plumas en varias secciones
del cuerpo, sugiriendo fuertemente que todo su cuerpo estaba cubierto de plumas
(Xu et al., 2012). Es posible que la extensión y la naturaleza de la cobertura
de plumas en los tiranosauróides pueda haber cambiado con el tiempo en
respuesta al tamaño del cuerpo, un clima más cálido u otros factores como
posiblemente un domorfismo sexual, incluso es posible que T. rex tuviera
estructuras tegumentarias filamentosas en el dorso, así que en general el
debate aún sigue abierto.
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